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¿Qué hacer cuando en una discusión de pareja perdemos el control?

    ¿Qué hacer cuando en una discusión de pareja perdemos el control?

    Virginia Calderón Encuentro Psicoterapéutico

    Se ha escrito mucho sobre técnicas y sugerencias para comunicarse de manera asertiva y manejar los conflictos en pareja. Estas sugerencias bien aprendidas o ejercitadas suelen dar buenos resultados; sin embargo no son una panacea contra las explosiones emocionales, ya que cuando esto ocurre suele estar asociado con situaciones más profundas y complejas que están en nuestro interior la mayoría de las veces de forma inconsciente. Hay discusiones que comienzan en apariencia por cosas sencillas o si se quiere triviales, pero en la medida que se va desarrollado la discusión, va tomando un camino por temas espinosos que van en aumento hasta generarse una explosión emocional.

    Llegado a este punto, la voluntad y la racionalidad se pierden y, toma el mando nuestras emociones, con la consiguiente pérdida de control de las emociones y la conducta. Las emociones cuando se apoderan de nuestra conciencia arrastran una serie situaciones que están más relacionadas con nuestra historia personal y familiar pasada, que con la situación actual. ¿Qué podemos hacer entonces? Lo más beneficioso es que pasado el momento, cada miembro de la pareja dirija su atención hacia sí mismo y nos preguntemos: ¿qué me ha ocurrido?, ¿qué aspecto me tocó?, ¿qué tengo yo que ver en esto?, ¿me ha ocurrido esta situación otras veces?, ¿con otras personas o situaciones? Cómo pueden ver, aquí el foco está puesto en cada quien se haga preguntas, para evitar caer en la trampa de culpabilizar al otro, y por consiguiente quedarnos sin hacer nada.

    Al atribuir la culpa al otro, se mantiene el conflicto y lo intensifica. La reflexión y la pregunta hacia mí mismo, me permite conocerme mejor y trabajar en los conflictos o situaciones en las cuales mi desarrollo personal se ha detenido y por consiguiente mi capacidad de hacer frente de manera adulta y adaptada a las dificultades y relaciones con los demás. Poner el foco y trabajar en estos aspectos, me coloca en el camino de tener una mejor relación conmigo mismo, con mi pareja y con las personas de mi entorno.

    Como podéis ver, son muchos los beneficios que obtenemos al hacernos preguntas reflexivas; sin embargo no es una tarea fácil. La mayoría de las veces se precisa de la ayuda y el acompañamiento de una persona neutral y debidamente formada en el tratamiento psicoterapéutico individual y de parejas, que nos sepa guiar por un nuevo y desconocido camino.

    Por: Virginia Calderón

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