Saltar al contenido

Los celos en la pareja

celos encuentropsicoterapeutico

Los celos son un sentimiento natural que está ligado al amor. Desafortunadamente en nuestra cultura han sido estigmatizados como negativos, es decir, como algo enfermizo que no está bien sentir. Al hacer esto, los negamos y pasan a formar parte de nuestro mundo inconsciente o de nuestra sombra. Cuando un aspecto nos es desconocido, nuestra capacidad de manejo y control sobre el mismo se ve notablemente disminuida, precisamente por no conocer, su naturaleza y su función en la vida. Bajo estás circunstancias, cuando los celos aparecen lo hacen de forma descontrolada, obsesiva y enfermiza, haciéndonos daño a nosotros mismos y a todos aquellos que son objeto de nuestros celos. Se apoderan de nuestra conciencia y de nuestro yo, el cual los experimenta de forma irracional, como una especie de asalto o invasión.

El celoso, interpreta cualquier gesto, situación, comentario o conducta como un indicio claro de infidelidad y traición. De no reconocerse que se tiene un problema, los celos terminan generando aquello que más temen, que es precisamente el desgaste y la pérdida de la relación.

Un error que cometen muchas parejas, es indagar y trasgredir los límites de la intimidad del otro y de sus relaciones anteriores. En consulta, me encuentro con pacientes que les preguntan a sus parejas sobre sus relaciones anteriores y muy
especialmente sobre las experiencias y vivencias intimas. Preguntan cosas como: qué se decían, cómo se sentían, cómo era su vida erótica, pidiendo detalles y descripciones precisas. Hacer esto, es tocar la puerta de los celos sin ningún tipo de conciencia y respeto, convirtiéndose en un acto violento y transgresor de la intimidad de nuestra pareja y de los límites del amor conyugal.
Cuando la pareja ingenuamente accede a responder estas preguntas, se puede interpretar de forma errada y superficial como una muestra de amor y confianza, pero esto en realidad, terminará generando una gran perturbación, pues nos coloca frente a un contenido no nos pertenece y que termina convirtiéndose en un veneno para nuestra psique. La pareja anterior se cuela en nuestro mundo interno de forma intrusiva y desadaptada, y se erige en un rival interno con el cual me comparo, compito y lucho constantemente.

Otra forma muy común en la cual se manifiestan los celos negados o reprimidos en la actualidad, es a través de la revisión de los correos electrónicos, los
celulares, las redes sociales y la escucha de las conversaciones de la pareja. Hacer esto, es una manifestación clara de los aspectos sombríos de los celos los cuales vienen generalmente acompañados por el poder.
Carlos G. Jung nos decía que cuando el poder entra por una puerta, el amor sale por la otra. El poder se manifiesta en forma de obsesión, control y posesión, pudiendo llegar hasta la violencia. La pareja atormentada por los celos y el poder, se convierte en un detective incansable, tras las supuesta pistas y evidencias de infidelidad. Simultáneamente asume una conducta represora y controlador de las acciones, conductas y hasta los pensamientos de su compañera o compañero. De no reconocerse el problema que se tiene, puede terminar acabando la relación o incluso con la vida propia o la del otro. Son numerosas las noticias violentas relacionadas con el amor, de allí la importancia de poder comprender y aceptar los beneficios y la función de los celos, como un sentimiento natural que surge cuando alguien nos importa, que implica cuidar y respetar los límites y la relación.

Cada relación tiene su tiempo, su espacio único y su intimidad, no dejemos que
sean destruidas por nuestros aspectos sombríos.
Quiero terminar con un fragmento del filósofo francés, Roland Barthes sobre el
discurso amoroso que dice:

“Como celoso sufro cuatro veces: porque estoy celoso, porque me reprocho el estarlo, porque temo que mis celos hieran al otro, porque me dejo someter a una nadería: sufro por ser excluido, por ser agresivo, por ser loco
y por ser ordinario” 

Es importante buscar ayuda, cuando los celos hacen su aparición de manera
descontrolada y patológica, para no vivir sometidos o esclavizados a un sufrimiento estéril.

Por: Virginia Calderón

Déjanos un comentario en cualquiera de las secciones anexas:

Contacta

El grupo de facebook es cerrado, solo compartimos la información con sus participantes.